Dicho esto, he visto oportuno analizar desde mi perspectiva la última actualización del modelo americano CFS, del NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) al respecto, en los que se puede extraer, siempre teniendo en cuenta su margen de error, cierta información interesante:
ANOMALÍAS TÉRMICAS
Julio
Se observan algunas anomalías negativas concentradas en conjunto al sur de la Península, siendo éstas leves (entre 0,5ºC y 1ºC) por lo cual la diferencia en la media mensual sería poco significativa. ¿Serán todos los días del mes un poco más fríos de lo habitual? No. Seguirá habiendo días de mucho calor, con posibles olas de calor al igual que en todos los verano, pero tal vez estas puntas cálidas sean levemente menos intensas de lo normal. En el resto del territorio español no se aprecian anomalías considerables.
Agosto
Para el mes de agosto, la situación de anomalía negativa marca una tendencia a acentuarse, con valores que, en una mayor extensión, oscilarían entre el grado y los 2 grados por debajo de lo normal. Además, dicha anomalía se expande hasta ocupar la mayoría del territorio español, quedándose teóricamente al margen las zonas litorales del mediterráneo y cantábrico, debido probablemente a la influencia marítima y a su mayor rigidez para asumir cambios térmicos.
PRECIPITACIONES
Julio
No se observan importantes anomalías en conjunto, aunque en el extremo norte peninsular podría ser ligeramente negativa, nada en comparación a las marcadísimas anomalías a la baja que presenta en su conjunto la mitad occidental del continente europeo, que recordemos, viene de sufrir graves inundaciones recientemente.
Agosto
Se prevén precipitaciones por encima de las habituales, con anomalías positivas importantes en el norte peninsular, extendiéndose en mayor intensidad por el resto del territorio español exceptuando el litoral mediterráneo, donde no se prevén variaciones destacables.
CONCLUSIÓN
Teniendo en cuenta que los modelos pueden presentar oscilaciones en cada una de sus salidas, se aprecia una tendencia más o menos sólida que apunta a un verano ligeramente más frío de lo habitual, más acusado en el interior y sur peninsular, dejándose notar en menor medida, en un principio, en el mediterráneo. Seguirá haciendo calor, con jornadas de mucho calor, pero en el conjunto de todas ellas, la media podría resultar algo más baja de lo normal. Las precipitaciones podrían estar entorno a la media durante julio y situarse algo por encima de ella en agosto. En definitiva, un verano que, pese a todo, no dejará de ser NORMAL.
