Parece ser
que este año el fin del verano astronómico coincidirá fielmente con la
despedida del verano meteorológico, y es que el próximo martes día 23
comienza la estación del año más húmeda en nuestra geografía y lo hará
trayendo consigo el primer cambio de tiempo relativamente importante y
general desde junio.
Pues
bien, con mucha probabilidad no vamos a tener que esperar hasta el
martes para tener las primeras precipitaciones, y es que ya desde la
noche del domingo al lunes entraremos en el área de influencia de una
vaguada en altura con bolsas de aire frío asociadas. La colocación final
de la vaguada y del aire frío será clave para dar respuesta al elevado
contenido de humedad en capas bajas procedente de un mar mediterráneo
occidental a más de 27ºC y de un presumible flujo húmedo del este y
noreste en superficie.
Pasemos ya a comentar una serie de mapas con los que a posteriori trataré de arrojar una previsión para los próximos días.
ANÁLISIS
La situación actual a día de hoy es la siguiente:
Fig 1. Situación sinóptica actual.
Situación prevista para el lunes noche:
Fig 2. Situación sinóptica prevista.
Se aprecia un claro desplazamiento de la vaguada hacia el este, quedándonos en la parte más activa, todo ello sumado a una temperatura a 500hPa que rozará los -15ºC, generando un gradiente térmico vertical (si miramos la temperatura del mar) de más de 40ºC, por lo que será muy interesante ver cómo se comporta la interacción mar-atmósfera ante tal contraste.
De
todos modos, no podemos confiar la total fiabilidad de la previsión en
la colocación de la vaguada, por ello hemos consultado algunos
parámetros de forzamiento, flotabilidad y cizalladura.
El primero de ellos, el forzamiento,
lo requerimos para ayudar a una parcela de aire que se encuentra en la
superficie a ascender y a llegar a ese nivel donde pueda continuar
ascendiendo por sí sola, lo que denominamos nivel de convección libre.
Para ello tenemos que detectar dónde se darán aquellas zonas de
convergencia de vientos, advección de temperatura a 850 hPa o incluso
advección de vorticidad. La divergencia en altura también nos ayudará.
Por una parte, las líneas de convergencia serán más o menos recurrentes entre la Comunidad Valenciana,Catalunya y Baleares:
Fig. 3: convergencias de viento superficial
Por otra parte, también se producirá una ligera advección cálida de temperatura a 850hPa y la advección de vorticidad nos la proporcionará la misma vaguada. A todo esto, parece que entorno a los 1.000 metros se situarán las bases nubosas, además de que las parelas de aire ya podrán ascender por sí solas (fig. 4), por lo que parece que el forzamiento será más que suficiente.
Fig 4. Nivel de condensación y Libre convección
En cuanto a los ingredientes de flotabilidad destacamos los altos valores de CAPE,
que nos garantizan la energía potencial para convección de las parcelas
de aire que nos interesan. Además, los valores de inhibición convectiva serán
bajos, lo cual nos hace pensar que la ascensión no presentará tapones importantes. Todo ello, juntamente con una humedad relativa homogénea a todas las capas, provocará que las precipitaciones puedan ser localmente fuertes.
Por último, comentar que los valores de cizalladura
en la capa profunda (fig 5) son favorables para que se dé cierta organización en las tormentas que se formen en nuestro entorno, impulsadas por un viento a 500hPa y 300 hPa de dirección sudoeste (fig 6), que puede asociarse de forma muy interesante con momentos de componente este superficial.
Fig. 5: cizalladura capa profunda.
Fig 6. Viento a 500hPa predominante del SW.
PREVISIÓN.
Las condiciones son favorables para ver llover y tener algunas
tormentas intensas, pero no lloverá ni todo el tiempo ni en toda nuestra
geografía por igual. Se irán formando tormentas, seguramente entre la
costa valenciana y balear que se desplazarán de suroeste a noreste. A
partir del lunes por la madrugada ya nos podrían llegar algunas
tormentas y la posibilidad persistirá hasta el miércoles. Es difícil
precisar exactamente dónde se formarán y qué zonas serán más afectadas,
pero allí donde afecte pueden darse, insistimos, precipitaciones
fuertes. En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología ya ha
decretado el nivel de aviso amarillo por lluvias y tormentas. Las
temperaturas por su parte también irán bajando hasta normalizarse. No
hará frío, simplemente se normalizarán.
De
todas formas, en este tipo de situaciones hay que ser precabidos porque
en estos casos de final de verano el repartimiento de
precipitaciones suele ser muy irregular y hay que recordar que estamos
rodeados por mar y que la superficie del mismo es mucho mayor que la de
las islas. Por tanto, hay que esperar que, sobre todo aquellas zonas
duramente castigadas por la sequía desde hace ya muchos meses puedan
empezar a normalizar en la medida de lo posible su preocupante
situación. Por ello, y ya hablando a título personal, deseo la mejor de
las suertes para las islas Pitiusas, donde la necesidad de lluvias es
máxima.
Esperemos no passar-mos de rosca.