2014 acabará con frío

Mucho se habla últimamente de la difícil realidad que supone para un país como España un cambio climático de cada vez más y más evidente. Se siguen batiendo récords de temperaturas medias más altas de lo normal prácticamente año tras año, y en este sentido 2014 habrá sido el más cálido de la historia (desde que hay registros en 1880).

No obstante, el hecho que haya un calentamiento global evidente, no nos niega de momento (y según algunos estudios recientes parece que no va camino de hacerlo) la llegada, de vez en cuando, de masas de aire muy frío de origen polar o incluso siberiano, algo con lo que nuestro clima mediterráneo convive. 

De hecho, se espera que el año concluya con la llegada de una masa de aire polar continental a Baleares que haría bajar y mucho las temperaturas. Parece que donde afectará y de lleno será en gran parte de Centroeuropa, Italia y hasta puntos de Grecia, pero como os digo, aquí nos llegará algo de refilón pero lo suficiente para recordar lo que es el frío de verdad y, con un poco de suerte, ver nieve en cotas bajas. 

Para ello dependemos de un encaje de piezas complejo: 

Dicha configuración requiere de un potente anticiclón situado en las Islas Británicas o países nórdicos y una baja cerca de los Alpes. ¿Qué falla aquí? El anticiclón está demasiado extendido hacia el sur y en cierta manera complica que haya precipitación y también eleva algo la cota de nieve en caso que ésta se presente. Por otra parte, la baja presión que aparece cerca de Córcega y Cerdeña es demasiado poco profunda, en otras palabras es una baja poco importante y no impulsa lo suficiente el aire frío hacia nuestra geografía. Por tanto, aunque el recorrido de las isóbaras dote de humedad al aire y facilite la saturación y, con ello, la precipitación, la falta de inestabilidad nos hace cojear. El desplazamiento de dicha baja al oeste unos 100 kilómetros o bien su profundización unos 5hPa menos, cambiaría la cosa. 

La realidad es que estamos muy al límite entre tener sólo viento y frío o tener viento, más frío, y nevadas en cotas muy bajas. 

De momento, y con los mapas en mano, la previsión que lanzo ahora mismo es que desde día 28 hasta día 1, el frío será riguroso, con máximas que quedarían por debajo de los 10ºC y una sensación de frío intenso por causa del viento. En caso de precipitar, sería siempre en forma de nieve en la Sierra de Tramuntana a partir de una cota que aún está por ver, pero es probable que podamos hallarla a partir de unos 400-500 metros.

Cuánto y cuándo se dé esa precipitación va a ser clave. Disfrutad de lo que queda de año y feliz año 2015. 

Abierta la nevera

El mes de diciembre ha venido acompañado de un claro cambio en la dinámica atmosférica dominante estas últimas semanas, con entradas de masas de aire más frías del norte y un claro descenso de las temperaturas. De hecho, esperamos que las temperaturas sigan bajando y que toquen fondo de cara al martes de la próxima semana. Por tanto, frío invernal más posibilidad de precipitaciones se traduce en nieve, y si bien no esperamos grandes nevadas, sí podría teñirse de blanco la Sierra de Tramuntana -por primera vez esta temporada- en sus partes más elevadas. 

De hecho, hoy sábado esperamos ya que se produzcan algunas precipitaciones, sobre todo por la tarde como consecuencia de la clásica convergencia de vientos procedentes de la canalización del valle del Ebro y del flujo que evite los Pirineos por su sector oriental. Este mecanismo supone un efecto disparo, que se encarga que elevar humedad hacia la altura donde el vapor se condense y forme una nube que pueda desarrollarse favorablemente. Todo ello, yendo a parar a la Sierra de Tramuntana, garantiza precipitaciones y, sobre todo en la cara norte de la misma, con cierta intensidad. También se espera que pueda llover en el resto de la isla pero con menos fuerza. 

A continuación, vemos cómo se configura la zona de convergencia que explicaba anteriormente, que afectaría sobre todo a la Serra. 

                                        

Con ello, entre esta tarde y mañana por la mañana se esperan algunas precipitaciones, que serán de nieve por encima de los 800 metros aunque a partir de mediodía se estirará el cielo y las temperaturas subirán ligeramente. Ahora bien, de cara al martes que viene la situación vuelve a complicarse, y es que una nueva entrada de aire frío y esta vez con un viento muy notable hará que las temperaturas se desplomen, siendo más acusado en norte de Mallorca y en la isla de Menorca. La temperatura a unos 1.400 metros se situaría entorno a los -4ºC, por lo que la cota de nieve podría caer hasta los 600-700 metros. 

Aún está por ver, eso sí, si estas precipitaciones serán más o menos importantes, y aunque parece que será algo efímero, se hará notar sobre todo por lo que decimos, frío y viento, así que atención al temporal que habrá al norte de Mallorca y Menorca con olas que de buen seguro serán altas.

Por tanto, días interesantes los que tenemos por delante y, sobre todo para aquellos que echábamos tanto de menos el frío, veremos sin lugar a dudas apaciguadas nuestras ganas de volver a sentirlo.  

Semana inestable

Tras unos días con temperaturas ampliamente por encima de lo normal, con valores máximos por encima de los 25ºC en muchos puntos de nuestra geografía (29ºC en Pollença) la situación ya ha comenzado a cambiar hoy y se acentuará durante el fin de semana. 

Si bien esta madrugada se ha formado una pequeña baja presión en el Mar Balear que ya ha dejado los primeros chubascos, durante las próximas jornadas llegará una imponente vaguada en capas altas reflejada en una circulación del aire muy meridional norte-sur. Esta vaguada se estrangulará y se aislará de la circulación general, formando una baja presión al sur de la Península, presente a todos los niveles de la troposfera. La posición final de esta depresión será clave para el reparto final de precipitaciones, pero todo hace indicar que gran parte del litoral Mediterráneo y Baleares verán llover con ganas. El viento, por su parte, también será destacable. 

GFS lo ve de la siguiente manera: 

                                 

WRF: 

                                

ECMWF: 

Cabe decir que si bien los modelos de referencia señalan una situación algo más favorable en Comunidad Valenciana y Catalunya, en un momento u otro, entre el sábado por la tarde y el lunes por la mañana también será interesante para las Baleares, si bien de aquí al sábado también podemos tener algunos ratos de lluvia y viento fuerte. 

Por tanto, semana más que interesante la que tenemos por delante, donde puede llover durante varios días seguidos y hacerlo, sobre todo a finales de semana, con cierta intensidad. 

Suben las temperaturas

No son para nada despreciables las precipitaciones que en la primera mitad del mes de noviembre se han recogido en gran parte de nuestro territorio, apaciguando en cierta manera el importante déficit que sufrían algunos municipios. Sin embargo, en el comienzo de esta segunda mitad de mes el anticiclón que presidía las tierras de Centroeuropa se ha expandido hacia el oeste hasta abrazar por completo la Península Ibérica. 

Con tal configuración, se produce un bloqueo anticiclónico, por el cual la gran parte del continente queda protegido y las borrascas se ven obligadas a deslizarse latitudinalmente hacia el sur. En este caso, parece ser que llegarán hasta las Islas Canarias donde podrían, además, inestabilizar notablemente el tiempo. 

Así pues, lo que cabe esperar para las Islas Baleares durante estos próximos días es una subida clara de la temperatura y cielo con pocas nubes en general. La subida del termómetro la iremos notando, eso sí, progresivamente. Mañana seguramente alcanzaremos los 20ºC y ya para el viernes-sábado alcanzaremos los 22-23ºC. A primeras horas de la mañana, eso sí, será necesario coger una chaqueta o abrigo. 

De cara al domingo es probable que pudieran llegar más nubes, pero todavía quedan algunos días para ello. De momento, semana para disfrutar al aire libre. 

Noviembre no falla

Dejamos atrás -por fin- un mes de octubre meteorológicamente malo en líneas generales en las Islas Baleares. Sí es cierto que hemos tenido algunas tormentas con cierta entidad como la que se formó en Llucmajor el pasado día 28, pero no podemos hablar de fenómenos ni generales ni generosos. 

No obstante, abrimos el mes de noviembre y lo hacemos con cambios a la vista. Los modelos están advirtiendo desde hace unos días la más que posible llegada de una vaguada reflejada a todos los niveles de la atmósfera que sería la responsable de una inestabilización del tiempo en las Islas Baleares.

Más concretamente, hemos de estar pendientes de una baja presión que, presumiblemente, se formaría en nuestro entorno debido a la interacción de esa vaguada con un Mar Mediterráneo todavía cálido por su buena inercia térmica y ausencia de temporales durante el mes de octubre. La colocación y profundización final de dicha baja van a ser clave para la distribución final de unas precipitaciones que esta vez sí parece que podrían afectar a la totalidad de nuestra geografía. 

De momento, parece que el momento más interesante para ver llover con ganas se daría el martes, cuando la depresión se situaría al oeste de Mallorca, enviándonos un flujo en superficie y en altura (700 y 500 hPa) del suroeste bastante húmedo (Figura 1 y 2). 

Además, esta humedad que vamos a tener asegurada en los diferentes niveles de la troposfera, va a tener aire frío como perfecto mecanismo de condensación, ya que se espera que una bolsa de unos -26ºC a unos 5.400 metros se instale al oeste de las islas (Figura 3). En superficie la temperatura también bajará y aunque no hablaremos de un frío riguroso, sí que notaremos una "refrescada", acentuada por un viento que por momentos (dependiendo de la situación de la baja) soplará entre moderado y fuerte. 

Así pues, y sin complicar más las cosas, la PREVISIÓN que cabe esperar viene marcada por: 

Lunes: llegada de nubes altas, el cielo se irá cubriendo progresivamente con el paso de las horas.  No se esperan precipitaciones hasta bien entrada la noche. Incremento del viento. 

Noche del lunes y madrugada del martes: cubierto con precipitaciones en general débiles, moderadas hacia el sector de la Sierra de Tramuntana. La noche no será nada fría, con temperaturas mínimas altas. 

A partir del martes a mediodía: cielo cubierto con precipitaciones moderadas en conjunto, que localmente pueden ser persistentes. No se descarta alguna tormenta, preferentemente al principio. El ambiente será plenamente otoñal. Viento entre moderado y fuerte. Comenzará a bajar la temperatura. 

Miércoles: sigue el tiempo inseguro, es probable que llueva pero será ya algo más intermitente y local, con algunos ratos de sol. La bajada de temperaturas será notable. Máximas entorno a los 17-18ºC. 

Por tanto, llega la hora, por fin, de sacar paraguas y chubasqueros del armario. Noviembre nos devuelve a la normalidad. 

Se abre la veda

Parece ser que este año el fin del verano astronómico coincidirá fielmente con la despedida del verano meteorológico, y es que el próximo martes día 23 comienza la estación del año más húmeda en nuestra geografía y lo hará trayendo consigo el primer cambio de tiempo relativamente importante y general desde junio.

Pues bien, con mucha probabilidad no vamos a tener que esperar hasta el martes para tener las primeras precipitaciones, y es que ya desde la noche del domingo al lunes entraremos en el área de influencia de una vaguada en altura con bolsas de aire frío asociadas. La colocación final de la vaguada y del aire frío será clave para dar respuesta al elevado contenido de humedad en capas bajas procedente de un mar mediterráneo occidental a más de 27ºC y de un presumible flujo húmedo del este y noreste en superficie. 

Pasemos ya a comentar una serie de mapas con los que a posteriori trataré de arrojar una previsión para los próximos días.

ANÁLISIS
La situación actual a día de hoy es la siguiente:   
       

                                           Fig 1. Situación sinóptica actual.

Situación prevista para el lunes noche:

                                                                     

  

Fig 2. Situación sinóptica prevista. 

Se aprecia un claro desplazamiento de la vaguada hacia el este, quedándonos en la parte más activa, todo ello sumado a una temperatura a 500hPa que rozará los -15ºC, generando un gradiente térmico vertical (si miramos la temperatura del mar) de más de 40ºC, por lo que será muy interesante ver cómo se comporta la interacción mar-atmósfera ante tal contraste. 

De todos modos, no podemos confiar la total fiabilidad de la previsión en la colocación de la vaguada, por ello hemos consultado algunos parámetros de forzamiento, flotabilidad y cizalladura. 

El primero de ellos, el forzamiento, lo requerimos para ayudar a una parcela de aire que se encuentra en la superficie a ascender y a llegar a ese nivel donde pueda continuar ascendiendo por sí sola, lo que denominamos nivel de convección libre. Para ello tenemos que detectar dónde se darán aquellas zonas de convergencia de vientos, advección de temperatura a 850 hPa o incluso advección de vorticidad. La divergencia en altura también nos ayudará.

Por una parte, las líneas de convergencia serán más o menos recurrentes entre la Comunidad Valenciana,Catalunya y Baleares: 

Fig. 3: convergencias de viento superficial

Por otra parte, también se producirá una ligera advección cálida de temperatura a 850hPa y la advección de vorticidad nos la proporcionará la misma vaguada. A todo esto, parece que entorno a los 1.000 metros se situarán las bases nubosas, además de que las parelas de aire ya podrán ascender por sí solas (fig. 4), por lo que parece que el forzamiento será más que suficiente.

 

Fig 4. Nivel de condensación y Libre convección

En cuanto a los ingredientes de flotabilidad destacamos los altos valores de CAPE, que nos garantizan la energía potencial para convección de las parcelas de aire que nos interesan. Además, los valores de inhibición convectiva serán  bajos, lo cual nos hace pensar que la ascensión no presentará tapones importantes. Todo ello, juntamente con una humedad relativa homogénea a todas las capas, provocará que las precipitaciones puedan ser localmente fuertes.

Por último, comentar que los valores de cizalladura en la capa profunda (fig 5) son favorables para que se dé cierta organización en las tormentas que se formen en nuestro entorno, impulsadas por un viento a 500hPa y 300 hPa de dirección sudoeste (fig 6), que puede asociarse de forma muy interesante con momentos de componente este superficial. 

Fig. 5: cizalladura capa profunda.  

Fig 6. Viento a 500hPa predominante del SW.

PREVISIÓN. Las condiciones son favorables para ver llover y tener algunas tormentas intensas, pero no lloverá ni todo el tiempo ni en toda nuestra geografía por igual. Se irán formando tormentas, seguramente entre la costa valenciana y balear que se desplazarán de suroeste a noreste. A partir del lunes por la madrugada ya nos podrían llegar algunas tormentas y la posibilidad persistirá hasta el miércoles. Es difícil precisar exactamente dónde se formarán y qué zonas serán más afectadas, pero allí donde afecte pueden darse, insistimos, precipitaciones fuertes. En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología ya ha decretado el nivel de aviso amarillo por lluvias y tormentas. Las temperaturas por su parte también irán bajando hasta normalizarse. No hará frío, simplemente se normalizarán.

De todas formas, en este tipo de situaciones hay que ser precabidos porque en estos casos de final de verano el repartimiento de precipitaciones suele ser muy irregular y hay que recordar que estamos rodeados por mar y que la superficie del mismo es mucho mayor que la de las islas. Por tanto, hay que esperar que, sobre todo aquellas zonas duramente castigadas por la sequía desde hace ya muchos meses puedan empezar a normalizar en la medida de lo posible su preocupante situación. Por ello, y ya hablando a título personal, deseo la mejor de las suertes para las islas Pitiusas, donde la necesidad de lluvias es máxima. 

Esperemos no passar-mos de rosca.

Llega el verano meteorológico

Tras una semana marcada por la inestabilidad, con la aparición de algunas tormentas, precipitaciones (que en algunos casos han sido realmente intensas) y de unas temperaturas por debajo de la media, esta nueva semana la situación va a cambiar por completo. 

Se configura una entrada de aire cálido que elevará las temperaturas claramente por encima de los valores normales en todas las islas, así como en la mitad este de España y gran parte de Europa. La causa la encontramos en la borrasca anclada cerca de la costa gallega, que debido a su rotación en sentido antihorario, manda viento del sur cálido procedente del continente africano. La temperatura a unos 1.500 metros rondará, a partir del jueves, los 20ºC, lo que en superficie se traducirá en valores cercanos a los 30ºC en el interior de la isla:

                                    

No obstante, la temperatura del mar es todavía algo baja (19ºC) por lo que en las zonas cercanas a la costa, el calor no será tan acusado. Lo que sí notaremos será una sensación de calima, ya que el bombeo de aire cálido vendrá acompañado de partículas de polvo en suspensión, lo que enturbiará el ambiente de cara al fin de semana: 

Por tanto, llegan días de estabilidad atmosférica y de un ascenso acusado de las temperaturas. Toca disfrutar del sol y playa, recordando como siempre usar protección solar y evitar la actividad física en las horas centrales del día.